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Entrenamiento Funcional: Definición y Beneficios Según la Ciencia

El entrenamiento funcional se ha vuelto cada vez más popular en los gimnasios y centros de entrenamiento por sus múltiples beneficios para mejorar la fuerza, la movilidad y la calidad de vida. Pero, ¿qué es exactamente el entrenamiento funcional y cómo puede beneficiarte según la ciencia? En Tomas Training, te lo explicamos en detalle para que puedas entender cómo este tipo de entrenamiento puede llevar tu rendimiento físico a otro nivel.

¿Qué es el entrenamiento funcional?

El entrenamiento funcional se basa en movimientos que imitan las actividades diarias y deportivas, con el objetivo de mejorar la fuerza y la movilidad necesarias para moverse de manera más eficiente y prevenir lesiones. A diferencia del entrenamiento tradicional que se enfoca en músculos específicos, el entrenamiento funcional implica patrones de movimiento completos que trabajan varios grupos musculares al mismo tiempo.

Ejemplos de ejercicios funcionales incluyen sentadillas, zancadas, levantamientos de peso, empujes, tirones y rotaciones, que imitan movimientos cotidianos como levantar objetos, empujar puertas o correr.

Beneficios del entrenamiento funcional según la ciencia

Numerosos estudios científicos han demostrado que el entrenamiento funcional no solo mejora el rendimiento físico, sino que también trae una serie de beneficios que pueden mejorar tu calidad de vida. Aquí te presentamos algunos de los más destacados:

1. Mejora la fuerza total del cuerpo

El entrenamiento funcional se enfoca en movimientos compuestos que trabajan varios músculos a la vez, lo que lleva a un aumento de la fuerza total del cuerpo. Según un estudio publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research (2018), las personas que entrenan con movimientos funcionales experimentan mejoras significativas en la fuerza general y en la capacidad para realizar actividades cotidianas.

A diferencia del entrenamiento de aislamiento, que se enfoca en músculos específicos, el entrenamiento funcional desarrolla una fuerza más equilibrada y útil en la vida diaria.

2. Mejora la movilidad y la flexibilidad

Otro beneficio importante es la movilidad. Al trabajar patrones de movimiento más naturales, el entrenamiento funcional mejora la flexibilidad y la amplitud de movimiento en las articulaciones. Esto reduce el riesgo de lesiones y permite que te muevas con mayor agilidad en tu día a día.

Un estudio de 2020 publicado en el Journal of Sports Science and Medicine destacó que las personas que practican entrenamiento funcional mejoran tanto su flexibilidad como su equilibrio, lo que es clave para prevenir lesiones, especialmente en personas mayores.

3. Aumenta la estabilidad del CORE

El CORE (músculos abdominales, lumbares y oblicuos) es fundamental para casi todos los movimientos que realizamos, desde caminar hasta levantar objetos pesados. El entrenamiento funcional se centra en estabilizar y fortalecer el core, lo que mejora la postura, reduce el dolor lumbar y te ayuda a rendir mejor en cualquier actividad física.

Estudios como el publicado en el Journal of Bodywork and Movement Therapies (2019) confirman que el entrenamiento funcional tiene un impacto directo en la estabilidad y fortaleza del core, lo que contribuye a una mejor alineación corporal y menor riesgo de lesiones.

4. Ayuda a prevenir lesiones

Uno de los mayores beneficios del entrenamiento funcional es su capacidad para prevenir lesiones. Al entrenar el cuerpo para moverse de manera más eficiente, mejoras tu control muscular y la estabilidad articular, lo que disminuye la probabilidad de sufrir lesiones en actividades cotidianas o deportivas.

Un estudio del British Journal of Sports Medicine (2019) encontró que los programas de entrenamiento funcional que incluyen ejercicios de fortalecimiento y estabilidad son efectivos para reducir el riesgo de lesiones, especialmente en atletas.

5. Mejora la coordinación y el equilibrio

Al realizar movimientos que implican múltiples articulaciones y grupos musculares, el entrenamiento funcional también mejora la coordinación y el equilibrio. Este tipo de entrenamiento enseña a tu cuerpo a trabajar de manera más sincronizada, lo que es esencial para la práctica deportiva y la vida cotidiana.

Según un artículo publicado en Frontiers in Physiology (2020), las personas que practican entrenamiento funcional mejoran significativamente su equilibrio y coordinación en comparación con aquellos que solo realizan ejercicios tradicionales de gimnasio.

6. Quema grasa y mejora la composición corporal

El entrenamiento funcional no solo desarrolla la fuerza y la movilidad, también es una excelente manera de quemar grasa y mejorar tu composición corporal. Al involucrar todo el cuerpo y mantener un ritmo elevado, este tipo de entrenamiento eleva el gasto calórico tanto durante como después del ejercicio.

Un estudio publicado en el Journal of Sports Science and Medicine mostró que el entrenamiento funcional aumenta la tasa metabólica en reposo, lo que significa que continúas quemando calorías después de terminar la sesión.

7. Es adaptable a todos los niveles

Una de las mejores cosas del entrenamiento funcional es que puede adaptarse a personas de todos los niveles de condición física. Ya seas un atleta experimentado o alguien que acaba de empezar a entrenar, los movimientos funcionales pueden modificarse para que coincidan con tus capacidades y objetivos.

Ejemplo: Las sentadillas pueden realizarse sin peso o con mancuernas ligeras para principiantes, mientras que los avanzados pueden usar barras con peso adicional para incrementar la resistencia.

¿Cómo empezar con el entrenamiento funcional?

Si estás interesado en comenzar con el entrenamiento funcional, aquí te dejamos algunos consejos para hacerlo de manera segura y efectiva:

  1. Aprende los movimientos básicos: Comienza con ejercicios funcionales simples, como sentadillas, planchas, zancadas y levantamientos. Es importante dominar la técnica antes de agregar peso o aumentar la intensidad.
  2. Incorpora la progresión: A medida que mejoras, añade más resistencia o complejidad a los ejercicios. Por ejemplo, puedes pasar de una sentadilla con peso corporal a una sentadilla con barra.
  3. Enfócate en la calidad del movimiento: A diferencia de otros tipos de entrenamiento, en el funcional es crucial prestar atención a la forma y la ejecución. Realizar los movimientos correctamente es esencial para evitar lesiones.
  4. Consulta a un profesional: Si no estás seguro de cómo empezar o quieres maximizar los beneficios del entrenamiento funcional, trabajar con un entrenador certificado te ayudará a personalizar tus entrenamientos y evitar errores técnicos.

Conclusión

El entrenamiento funcional ofrece una amplia gama de beneficios para mejorar tu fuerza, movilidad, equilibrio y rendimiento general, ya sea que seas un atleta o simplemente alguien que quiera mejorar su calidad de vida. La ciencia respalda la efectividad de este tipo de entrenamiento para prevenir lesiones, mejorar la composición corporal y fortalecer el core.

En Tomas Training, te ofrecemos programas personalizados de entrenamiento funcional que se ajustan a tus necesidades y objetivos, ayudándote a moverte mejor y sentirte más fuerte en todas tus actividades. ¡Únete a nosotros y descubre los beneficios del entrenamiento funcional!

Aeróbico

¿Por qué el trabajo aeróbico me ayudará en mi deporte anaeróbico?

¿Por qué el trabajo aeróbico me ayudará en mi deporte anaeróbico?

Aunque los deportes anaeróbicos como el levantamiento de pesas, los sprints o el CrossFit dependen de la fuerza explosiva y de la potencia a corto plazo, el entrenamiento aeróbico también tiene un papel crucial para mejorar el rendimiento. En Tomas Training, exploramos cómo el trabajo aeróbico puede ser una herramienta poderosa para deportistas de disciplinas anaeróbicas.

¿Qué diferencia hay entre el trabajo aeróbico y el anaeróbico?

  • Trabajo aeróbico: Es el tipo de ejercicio de baja a moderada intensidad que se puede mantener durante largos periodos de tiempo (correr, nadar, andar en bicicleta). Depende del oxígeno para producir energía, lo que te permite sostener el esfuerzo por más tiempo sin fatiga extrema.
  • Trabajo anaeróbico: Se refiere a ejercicios de alta intensidad y corta duración, como el levantamiento de pesas o los sprints. Este tipo de actividad utiliza fuentes de energía que no requieren oxígeno y suele agotarse rápidamente, provocando fatiga muscular en un corto periodo de tiempo.

¿Por qué el trabajo aeróbico beneficia a los deportistas anaeróbicos?

Aunque en principio parece que el trabajo aeróbico y anaeróbico no están conectados, mejorar tu capacidad aeróbica trae varios beneficios a los deportes basados en esfuerzos explosivos. Aquí te mostramos cómo el trabajo aeróbico puede mejorar tu rendimiento en deportes anaeróbicos:

1. Mejora la capacidad de recuperación entre esfuerzos

En deportes anaeróbicos, es común realizar esfuerzos intensos seguidos de breves periodos de descanso. Tener una mejor capacidad aeróbica mejora tu capacidad de recuperación entre estos esfuerzos explosivos. Un sistema cardiovascular fuerte permite que el cuerpo reponga más rápido los niveles de oxígeno y elimine los productos de desecho, como el lactato, que se acumulan durante los esfuerzos anaeróbicos.

Ejemplo: Si estás haciendo series de levantamiento de pesas, tu cuerpo será capaz de recuperar el aliento más rápido entre cada serie, lo que te permitirá mantener la intensidad a lo largo de la sesión de entrenamiento.

2. Aumenta la resistencia a la fatiga

Un beneficio importante del entrenamiento aeróbico es que aumenta tu resistencia general, lo que significa que puedes sostener esfuerzos más prolongados antes de fatigarte. Esto es especialmente importante en deportes que combinan momentos de alta intensidad con periodos más largos de actividad moderada o recuperación activa.

Ejemplo: En deportes como el fútbol o el baloncesto, donde necesitas sprints rápidos y acciones explosivas en intervalos, tener una buena capacidad aeróbica te permitirá mantener el nivel de rendimiento durante todo el partido, reduciendo la fatiga acumulada.

3. Optimiza la eficiencia energética

El trabajo aeróbico mejora la eficiencia de tu cuerpo al utilizar la energía. Un sistema cardiovascular bien desarrollado permite a los músculos obtener energía de manera más eficiente, incluso durante esfuerzos anaeróbicos. Esto significa que, aunque el trabajo explosivo sea tu foco principal, tu cuerpo utilizará los recursos de energía de forma más inteligente, ahorrando glucógeno muscular y evitando la fatiga temprana.

4. Acelera la recuperación general

Además de la recuperación entre series o sprints, una mejor capacidad aeróbica también mejora la recuperación general después de una sesión de entrenamiento o competencia intensa. Un buen sistema aeróbico ayuda a reducir el tiempo de recuperación entre entrenamientos, lo que te permite entrenar con más frecuencia sin el riesgo de sobreentrenamiento.

Ejemplo: Después de una sesión intensa de CrossFit o una competencia, tus músculos se recuperarán más rápido si tienes una base aeróbica sólida, permitiéndote volver al entrenamiento al día siguiente con menos fatiga acumulada.

5. Mejora la circulación y el transporte de oxígeno

El entrenamiento aeróbico fortalece el corazón y mejora la circulación sanguínea, lo que permite un transporte más eficiente de oxígeno y nutrientes a los músculos. Durante los esfuerzos anaeróbicos, como sprints o levantamientos, tus músculos se benefician de tener un sistema aeróbico bien desarrollado para recibir el oxígeno necesario y eliminar desechos metabólicos.

¿Cómo integrar el trabajo aeróbico en deportes anaeróbicos?

Aunque el entrenamiento aeróbico no debe ser el enfoque principal en deportes anaeróbicos, integrarlo de manera adecuada puede mejorar tu rendimiento. Aquí te mostramos cómo hacerlo:

1. Entrenamiento de baja intensidad en días de recuperación

Dedicar días a ejercicios aeróbicos de baja intensidad, como caminar, nadar o andar en bicicleta, es una forma efectiva de mejorar tu capacidad aeróbica sin interferir con tu entrenamiento anaeróbico principal. Además, estos entrenamientos ayudan a promover la recuperación activa.

2. Intervalos de alta intensidad (HIIT)

El entrenamiento aeróbico no solo tiene que ser de larga duración y baja intensidad. Los intervalos de alta intensidad (HIIT) combinan esfuerzos aeróbicos y anaeróbicos, mejorando tanto la capacidad de explosión como la recuperación.

Ejemplo: Realiza intervalos de sprint de 30 segundos seguidos de 90 segundos de recuperación suave. Este tipo de entrenamiento no solo mejora tu explosividad, sino también tu capacidad para recuperarte rápidamente.

3. Carreras continuas moderadas

Agregar una carrera continua de 20-40 minutos a ritmo moderado puede mejorar tu resistencia aeróbica y aumentar la circulación sin interferir en tus entrenamientos de fuerza o alta intensidad.

4. Control del volumen y frecuencia

Es importante no sobrecargar el cuerpo con demasiado trabajo aeróbico, especialmente si tu objetivo principal es desarrollar fuerza o potencia. Integra de 1 a 3 sesiones aeróbicas de baja a moderada intensidad por semana, dependiendo de tu nivel de condición física y tus objetivos.

Conclusión

El trabajo aeróbico es una herramienta valiosa para los deportistas que se enfocan en disciplinas anaeróbicas. Aumentar tu capacidad aeróbica te ayudará a recuperarte más rápido, mantener la intensidad en entrenamientos y competiciones, y prevenir la fatiga en esfuerzos prolongados. En Tomas Training, podemos ayudarte a diseñar un plan de entrenamiento personalizado que combine la fuerza explosiva con el desarrollo aeróbico para maximizar tu rendimiento en tu deporte.

Cycling

Cómo mejorar el rendimiento en la bicicleta: Claves y entrenamientos esenciales

Cómo mejorar el rendimiento en la bicicleta: Aspectos clave y tipos de entrenamiento esenciales

Si deseas mejorar tu rendimiento en la bicicleta, no se trata solo de pedalear más. Para ser más rápido, fuerte y resistente, necesitas un enfoque integral que combine varios tipos de entrenamiento. En Tomas Training, te contamos los aspectos clave que debes trabajar y cómo hacerlo para maximizar tu rendimiento ciclista.

Aspectos clave para mejorar el rendimiento en la bicicleta

Mejorar en el ciclismo implica trabajar en diferentes áreas de tu condición física y técnica. Estos son los pilares esenciales:

1. Resistencia

La resistencia es la base de todo ciclista. Sin ella, no podrás mantener un esfuerzo constante en recorridos largos. Mejorar la resistencia te permitirá aguantar distancias más largas sin agotarte, y podrás mantener velocidades más altas durante más tiempo. Un estudio de 2020 en el Journal of Applied Physiology mostró que entrenar la resistencia mejora la eficiencia del pedaleo y reduce la fatiga.

2. Potencia

La potencia, medida en vatios (W), refleja tu capacidad para generar fuerza en los pedales. Cuanta más potencia puedas aplicar, más rápido podrás avanzar en la bici. Una forma común de medir la potencia es a través del FTP (Functional Threshold Power), que indica el máximo esfuerzo que puedes mantener durante aproximadamente una hora. Mejorar tu FTP te permitirá mantener esfuerzos más intensos por más tiempo.

3. Velocidad

La velocidad es el resultado de una combinación de potencia y eficiencia. Aumentar tu velocidad en la bicicleta no solo depende de pedalear fuerte, sino también de optimizar la cadencia y la aerodinámica. Al mejorar la velocidad, serás capaz de cubrir más terreno en menos tiempo y con menor esfuerzo.

4. Técnica de pedaleo

Un pedaleo eficiente implica distribuir el esfuerzo de manera uniforme durante todo el ciclo de pedaleo. Si mejoras tu técnica, serás capaz de generar más potencia sin desperdiciar energía. Trabajar en la técnica te ayudará a ser más eficiente, evitar lesiones y pedalear con más comodidad.

Tipos de entrenamiento para ciclistas

Ahora que conoces los aspectos clave, vamos a explorar los diferentes tipos de entrenamiento que puedes hacer para mejorar tu rendimiento en la bicicleta.

1. Entrenamientos de resistencia

Para mejorar tu capacidad aeróbica y aumentar la resistencia, lo ideal es hacer salidas largas a ritmos moderados. Estos entrenamientos, conocidos como “rodajes largos”, te permitirán construir una base sólida que te ayudará a afrontar recorridos más duros.

  • Cómo hacerlo: Realiza salidas de entre 2 a 5 horas a un ritmo cómodo, manteniendo tu frecuencia cardíaca en un 60-70% de tu máximo. El objetivo es acumular horas sobre la bicicleta.

2. Entrenamientos de intervalos (HIIT)

Los entrenamientos de alta intensidad por intervalos (HIIT) son ideales para mejorar la potencia y la capacidad de recuperar el aliento rápidamente después de un esfuerzo fuerte. Consisten en alternar entre esfuerzos intensos y periodos de recuperación activa.

  • Cómo hacerlo: Realiza series de esfuerzos cortos y explosivos (20 segundos a 2 minutos) al 85-95% de tu capacidad máxima, seguidos de un periodo de descanso o pedaleo suave. Un ejemplo sería hacer 8 series de 1 minuto a alta intensidad, con 1 minuto de recuperación.

3. Entrenamientos de fuerza

Entrenar la fuerza fuera de la bicicleta, especialmente el tren inferior y el core, es esencial para mejorar la potencia y la estabilidad en el pedaleo. Ejercicios como sentadillas, zancadas y peso muerto te ayudarán a generar más fuerza en cada pedalada.

  • Cómo hacerlo: Haz 2-3 sesiones de entrenamiento de fuerza a la semana, enfocadas en ejercicios compuestos (como sentadillas y peso muerto) que trabajen los principales músculos que utilizas al pedalear.

4. Entrenamientos de velocidad

Para mejorar tu velocidad, debes entrenar específicamente la cadencia y trabajar en la técnica de pedaleo. Un buen entrenamiento de velocidad te ayudará a mover las piernas más rápido y con mayor eficiencia.

  • Cómo hacerlo: Trabaja en la cadencia manteniendo un ritmo elevado (90-100 RPM) durante intervalos de 3 a 5 minutos, seguidos de una recuperación de cadencia más lenta. También puedes realizar sprints cortos en los que te enfoques en alcanzar tu velocidad máxima durante 10 a 20 segundos.

5. Entrenamientos en cuestas

Las subidas son una parte inevitable del ciclismo. Entrenar en cuestas te ayudará a mejorar tu fuerza y resistencia en terrenos desafiantes. Además, es un excelente entrenamiento para aumentar tu potencia en el pedaleo.

  • Cómo hacerlo: Elige una subida larga y moderada. Haz series de 4-6 repeticiones subiendo a un ritmo constante, pero fuerte. Puedes alternar entre cuestas largas a ritmo moderado y cuestas cortas a máxima intensidad.

Consejos adicionales para mejorar tu rendimiento ciclista

Además de entrenar de manera adecuada, hay otros aspectos que debes tener en cuenta para optimizar tu rendimiento en la bicicleta:

  • Descanso y recuperación: El cuerpo necesita tiempo para recuperarse y adaptarse al entrenamiento. Asegúrate de incluir días de descanso o de entrenamientos suaves en tu semana.
  • Alimentación: Una dieta equilibrada es fundamental para dar a tu cuerpo la energía necesaria para rendir bien en la bicicleta. Hidratarte correctamente y consumir carbohidratos, proteínas y grasas saludables te ayudará a rendir mejor y recuperarte más rápido.
  • Entrenamiento cruzado: Además de entrenar sobre la bicicleta, incorpora otras actividades como correr, nadar o entrenamientos funcionales para mejorar tu condición física general.

Conclusión

Mejorar tu rendimiento en la bicicleta es un proceso que requiere constancia y un enfoque variado. Trabajar en la resistencia, la potencia, la velocidad y la técnica te permitirá alcanzar tus objetivos y disfrutar más de cada salida. En Tomas Training, podemos ayudarte a diseñar un plan de entrenamiento personalizado que te permita progresar y alcanzar tu mejor versión.

Cycling

Entrenamiento de tren superior para ciclistas: Mejora tu rendimiento en la bici

Entrenamiento de tren superior para ciclistas: Fortalece tu cuerpo para mejorar tu rendimiento

Cuando hablamos de ciclismo, solemos enfocarnos en las piernas, ya que son las responsables del pedaleo. Sin embargo, el tren superior es igual de importante para lograr estabilidad, resistencia y control sobre la bicicleta. En Tomas Training te mostramos cómo un buen entrenamiento del tren superior puede llevar tu rendimiento a otro nivel.

¿Por qué es importante entrenar el tren superior para ciclistas?

Aunque la mayor parte de la fuerza que usamos en el ciclismo proviene de las piernas, el tren superior cumple un papel esencial en la estabilidad y el control de la bicicleta. Tener un core fuerte y unos hombros, espalda y brazos bien entrenados te ayudará a mantener una postura adecuada en largas distancias, soportar el peso del cuerpo y evitar molestias o lesiones.

Un estudio de 2021 publicado en Journal of Strength and Conditioning Research concluyó que los ciclistas que incorporaron el entrenamiento de fuerza del tren superior a su rutina experimentaron menos fatiga en el tronco y la parte superior del cuerpo en recorridos largos, mejorando su resistencia general.

Músculos clave en el tren superior para ciclistas

  1. Core (abdominales y lumbares): El core es el centro de control de tu cuerpo. Un core fuerte te permite mantener una postura aerodinámica y eficiente durante largas horas en la bicicleta, sin dolor ni molestias en la zona lumbar.
  2. Hombros y espalda: Estos músculos soportan buena parte del peso de tu cuerpo mientras pedaleas, especialmente si utilizas bicicletas de ruta o contrarreloj. Unos hombros y espalda bien entrenados te ayudan a mantener una posición cómoda y estable.
  3. Brazos y muñecas: Estos músculos son clave para el control de la bicicleta. Unos brazos fuertes te ayudarán a mantener el manillar firme, sobre todo en terrenos irregulares o descensos a alta velocidad, mientras que muñecas resistentes evitan la fatiga o molestias.

Ejercicios clave para ciclistas: Fortaleciendo el tren superior

A continuación, te mostramos algunos de los mejores ejercicios para fortalecer el tren superior, esenciales para ciclistas que buscan mejorar su rendimiento:

1. Planchas

El ejercicio más efectivo para fortalecer todo el core, tanto la parte frontal (abdominales) como la espalda baja. Las planchas te permiten mantener una postura estable en la bicicleta durante más tiempo.

  • Cómo hacerlo: Coloca los antebrazos en el suelo, mantén el cuerpo en línea recta y sostén la posición durante 30 a 60 segundos.
  • Repeticiones: 3 series de 20-30 segundos.

2. Superman

Este ejercicio trabaja la musculatura de la espalda baja, esencial para mantener una postura correcta y prevenir el dolor lumbar.

  • Cómo hacerlo: Acuéstate boca abajo, extiende los brazos hacia adelante y las piernas hacia atrás. Levanta simultáneamente los brazos y las piernas, mantén la posición por unos segundos y baja lentamente.
  • Repeticiones: 3 series de 12-15 repeticiones.

3. Remo con mancuerna

El remo es perfecto para fortalecer la parte superior de la espalda y los hombros, lo que te permitirá tener mayor estabilidad y control sobre la bici.

  • Cómo hacerlo: Coloca una rodilla sobre un banco y agarra una mancuerna con la mano contraria. Lleva la mancuerna hacia tu torso, apretando los músculos de la espalda, y luego baja de manera controlada.
  • Repeticiones: 3-4 series de 10-12 repeticiones por brazo.

4. Press de hombros

Fortalecer los hombros te ayudará a soportar mejor el peso del cuerpo en el manillar, sobre todo en trayectos largos y exigentes.

  • Cómo hacerlo: Sentado o de pie, sujeta dos mancuernas a la altura de los hombros y presiona hacia arriba hasta que tus brazos estén completamente extendidos. Baja lentamente.
  • Repeticiones: 3 series de 8-10 repeticiones.

5. Fondos de tríceps

Los fondos de tríceps fortalecen los músculos de los brazos, esenciales para soportar el peso en las bajadas y terrenos irregulares.

  • Cómo hacerlo: Apoya las manos en el borde de un banco, con las piernas extendidas hacia adelante, y baja el cuerpo doblando los codos hasta formar un ángulo de 90 grados. Luego, empuja hacia arriba hasta extender los brazos.
  • Repeticiones: 3 series de 12-15 repeticiones.

El papel del core en el rendimiento ciclista

Entrenar el core es crucial para todo ciclista, ya que estos músculos son responsables de mantener la estabilidad del cuerpo en la bicicleta. Un core fuerte no solo te ayudará a sostener una buena postura, sino que también mejorará la eficiencia de tu pedaleo.

Según un estudio de 2019 publicado en Sports Medicine, los ciclistas con un core bien entrenado lograron una mayor economía de pedaleo, lo que significa que pudieron mantener ritmos más altos con menos esfuerzo. Además, reducirás el riesgo de lesiones y dolores en la espalda baja, una queja común entre los ciclistas que no fortalecen esta área.

Beneficios del entrenamiento de tren superior para ciclistas

  • Mejor control y estabilidad: Un tren superior fuerte te ayudará a controlar mejor la bicicleta, especialmente en descensos o terrenos irregulares.
  • Postura eficiente: Fortalecer los hombros, la espalda y el core te permitirá mantener una postura correcta durante más tiempo, reduciendo el riesgo de fatiga y dolor.
  • Reducción de lesiones: Evitarás molestias comunes como el dolor de cuello, hombros o espalda, gracias a una musculatura más fuerte y resistente.
  • Mejora en el rendimiento: Cuanto más fuerte sea tu tren superior, más eficiente será tu pedaleo, ya que no perderás energía tratando de mantener una postura adecuada.

Conclusión

El entrenamiento del tren superior es un complemento esencial para cualquier ciclista que busque mejorar su rendimiento. Si bien las piernas son las protagonistas del pedaleo, la fuerza en la parte superior del cuerpo te proporcionará estabilidad, control y resistencia en cada salida. En Tomas Training, diseñamos rutinas personalizadas para ciclistas que quieran fortalecer su tren superior y mejorar su rendimiento sobre la bici.

Cycling

Entrenamiento específico de tren inferior para ciclistas en el gimnasio

Entrenamiento específico de tren inferior para ciclistas en el gimnasio

Si eres ciclista y quieres mejorar tu rendimiento en la carretera o montaña, es fundamental trabajar el tren inferior en el gimnasio. Aunque el ciclismo es un deporte de resistencia, la fuerza en las piernas es clave para lograr más potencia y velocidad. En Tomas Training, te mostramos cómo un entrenamiento específico de tren inferior puede marcar la diferencia en tu rendimiento sobre la bici.

¿Por qué es importante entrenar el tren inferior?

Tus piernas son el motor en el ciclismo. Ejercitar y fortalecer los músculos principales del tren inferior —cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y gemelos— te permitirá mejorar la potencia en cada pedalada y resistir mejor en terrenos difíciles o largos ascensos. Un estudio de 2020 en el European Journal of Sport Science concluyó que los ciclistas que complementaban su entrenamiento con ejercicios de fuerza lograban mejoras significativas en su economía de pedaleo y tiempos en contrarreloj.

Ejercicios clave para ciclistas en el gimnasio

El entrenamiento de fuerza específico para ciclistas debe centrarse en mejorar la potencia y la resistencia muscular, sin generar una hipertrofia excesiva que pueda afectar el rendimiento en el pedaleo. Aquí te presentamos algunos ejercicios esenciales para ciclistas:

1. Sentadilla con barra

La sentadilla es el rey de los ejercicios de piernas. Fortalece cuádriceps, glúteos y toda la cadena posterior. Es excelente para mejorar la potencia en las subidas.

  • Cómo hacerlo: Coloca la barra sobre los trapecios, baja lentamente como si te sentaras en una silla y empuja hacia arriba con los talones.
  • Repeticiones: 3-4 series de 8-10 repeticiones.

2. Peso muerto

Este ejercicio es esencial para fortalecer los isquiotibiales, glúteos y la espalda baja. Te ayudará a evitar lesiones y a mejorar la transferencia de fuerza en cada pedalada.

  • Cómo hacerlo: Con los pies separados al ancho de las caderas, sujeta la barra con ambas manos y, manteniendo la espalda recta, levanta la barra desde el suelo empujando con los talones.
  • Repeticiones: 3-4 series de 6-8 repeticiones.

3. Zancadas con peso

Las zancadas son perfectas para trabajar la estabilidad y la fuerza en cada pierna por separado, lo que es crucial para un pedaleo eficiente.

  • Cómo hacerlo: Con mancuernas en cada mano, da un paso hacia adelante y baja hasta que ambas rodillas formen un ángulo de 90 grados. Regresa a la posición inicial y alterna piernas.
  • Repeticiones: 3-4 series de 10-12 repeticiones por pierna.

4. Prensa de piernas

Este ejercicio te permite trabajar los cuádriceps de manera controlada, aumentando la fuerza en la parte frontal del muslo, lo que es crucial para los sprints y subidas.

  • Cómo hacerlo: Coloca los pies en la plataforma de la prensa de piernas, empuja con los talones hasta extender las piernas sin bloquear las rodillas.
  • Repeticiones: 4 series de 8-12 repeticiones.

5. Elevación de talones (gemelos)

Los gemelos son clave para mantener una cadencia eficiente y generar potencia en cada pedalada. Unos gemelos fuertes te permitirán aprovechar mejor la fuerza en la parte final del pedaleo.

  • Cómo hacerlo: De pie con una barra o mancuerna, eleva los talones del suelo y vuelve a bajar de manera controlada.
  • Repeticiones: 3-4 series de 15-20 repeticiones.

Entrenamiento de fuerza y resistencia

Un buen plan de entrenamiento para ciclistas debe incluir tanto ejercicios de fuerza como de resistencia. En el gimnasio, es importante trabajar con cargas moderadas, priorizando la técnica y el control. Alterna entre días de alta carga para la fuerza máxima y días con cargas más ligeras y más repeticiones para trabajar la resistencia muscular.

Ejemplo de plan semanal:

  • Día 1: Entrenamiento de fuerza (sentadilla, peso muerto, zancadas)
  • Día 2: Descanso o salida suave en bicicleta
  • Día 3: Trabajo de resistencia en el gimnasio (prensa de piernas, elevación de talones, sentadillas con peso ligero)
  • Día 4: Salida larga en bicicleta
  • Día 5: Entrenamiento de alta intensidad en bicicleta (series de sprints o cuestas)
  • Día 6: Trabajo de movilidad y estiramientos
  • Día 7: Descanso activo o recuperación total

Beneficios del entrenamiento de tren inferior para ciclistas

  • Mayor potencia: Al trabajar los músculos principales del tren inferior, mejorarás la capacidad de generar fuerza en las subidas y sprints.
  • Menos fatiga: Unos músculos más fuertes resisten mejor los esfuerzos prolongados, lo que te permitirá mantener ritmos altos durante más tiempo sin fatigarte rápidamente.
  • Prevención de lesiones: Fortalecer los isquiotibiales, cuádriceps y glúteos te ayudará a equilibrar la musculatura y reducir el riesgo de lesiones comunes en ciclistas, como dolores de rodilla o sobrecargas musculares.

Un estudio reciente en Journal of Applied Physiology (2022) demostró que el entrenamiento de fuerza mejora la economía del pedaleo, permitiendo a los ciclistas utilizar menos energía para mantener la misma velocidad.

Conclusión

Si eres ciclista y quieres llevar tu rendimiento al siguiente nivel, es esencial que complementes tus salidas en bici con un buen entrenamiento de tren inferior en el gimnasio. Fortalecer las piernas no solo mejorará tu potencia y resistencia, sino que también te ayudará a prevenir lesiones y pedalear más eficientemente.

En Tomas Training en Mallorca, podemos ayudarte a diseñar un plan de entrenamiento específico para ciclistas que te permita mejorar sobre la bicicleta y alcanzar tus objetivos. ¡Ven a probar una sesión con nosotros y notarás la diferencia!

Cycling

Cómo calcular tus ritmos de entrenamiento en bicicleta a partir del FTP

Cómo puedo sacar mis ritmos de entrenamiento en bicicleta a partir del FTP

Si eres ciclista, probablemente hayas escuchado sobre el FTP (Functional Threshold Power), o Potencia Umbral Funcional. Este número mágico es clave para mejorar tu rendimiento y ajustar tus ritmos de entrenamiento. Pero, ¿qué es exactamente el FTP y cómo puedes usarlo para optimizar tus sesiones de ciclismo? Vamos a desglosarlo.

¿Qué es el FTP?

El FTP es la cantidad máxima de potencia que puedes sostener durante aproximadamente una hora sin agotarte completamente. Se mide en vatios (W) y, básicamente, te dice cuánto esfuerzo puedes mantener antes de quemarte. El concepto ha ganado popularidad gracias a entrenadores y estudios científicos que han demostrado que entrenar basado en el FTP mejora tanto la resistencia como la velocidad.

Un estudio publicado en The Journal of Sports Sciences (2021) encontró que los ciclistas que entrenaban usando el FTP mejoraron significativamente su rendimiento en carreras y eventos de larga distancia. Entrenar en zonas de potencia específicas es mucho más efectivo que simplemente salir a pedalear sin rumbo ni objetivos claros.

Cómo calcular el FTP

El FTP generalmente se mide a través de una prueba de esfuerzo máximo de 20 minutos en una bicicleta de entrenamiento o rodillo. Durante estos 20 minutos, te esfuerzas al máximo y luego calculas el 95% de tu potencia media para obtener tu FTP. Existen muchas plataformas como Zwift o TrainerRoad que te ayudan a realizar esta prueba de forma sencilla.

Por ejemplo, si tu potencia media durante esos 20 minutos es de 250 vatios, entonces tu FTP sería:

250 W x 0.95 = 237.5 W

Usando el FTP para definir tus ritmos de entrenamiento

Una vez que tienes tu FTP, puedes estructurar tus entrenamientos de manera más efectiva. Dependiendo de tu objetivo, puedes entrenar en diferentes zonas de potencia, que se calculan como un porcentaje de tu FTP. Estas zonas te ayudan a enfocar tus sesiones en mejorar la resistencia, la velocidad o la capacidad anaeróbica.

Aquí te mostramos una guía simple:

  • Zona 1 (50-60% del FTP): Recuperación activa. Ideal para días de descanso o salidas muy suaves.
  • Zona 2 (60-75% del FTP): Resistencia. Perfecta para rodajes largos donde trabajas la base aeróbica sin fatigarte.
  • Zona 3 (75-90% del FTP): Tempo. Aquí empiezas a trabajar más fuerte, ideal para aumentar la velocidad sostenida.
  • Zona 4 (90-105% del FTP): Umbral. Aquí es donde entrenas para sostener esfuerzos prolongados a alta intensidad, mejorando tu capacidad de aguantar ritmos rápidos.
  • Zona 5 (105-120% del FTP): VO2 Máx. Sesiones cortas y explosivas para mejorar tu capacidad aeróbica máxima.
  • Zona 6 (120-150% del FTP): Capacidad anaeróbica. Intervalos cortos de alta intensidad, muy útiles para entrenamientos de sprints.
  • Zona 7 (>150% del FTP): Potencia neuromuscular. Estos son esfuerzos máximos que solo puedes mantener unos pocos segundos, ideales para mejorar el sprint.

Beneficios de entrenar según tu FTP

  • Personalización total: Cada ciclista es diferente, y el FTP permite adaptar el entrenamiento a tu nivel específico. Un estudio de 2020 en Medicine & Science in Sports & Exercise mostró que entrenar con FTP mejora la eficiencia del entrenamiento en ciclistas de todos los niveles.
  • Progresión controlada: Entrenar en diferentes zonas te permite mejorar paso a paso. Puedes enfocarte en una semana de resistencia, y luego pasar a sesiones de VO2 máximo para seguir desafiando tu cuerpo.
  • Monitoreo de la fatiga: Con el FTP, puedes evitar sobreentrenarte. Si notas que no puedes mantener los ritmos de tus zonas, es una señal de que tu cuerpo necesita descanso.

Estudios actuales sobre el FTP y el rendimiento ciclista

Una revisión de 2022 publicada en Sports Medicine confirma que el FTP sigue siendo un método válido y confiable para estructurar el entrenamiento de resistencia en ciclistas. Además, estudios como el de International Journal of Sports Physiology and Performance (2021) concluyen que los ciclistas que entrenan basado en el FTP, en lugar de otras métricas, mejoran su tiempo en pruebas contrarreloj y marcan mayores picos de potencia.

Conclusión

Si aún no has comenzado a entrenar según tu FTP, ¡es el momento de hacerlo! Es una herramienta poderosa para mejorar tu rendimiento y sacar lo mejor de ti en cada sesión. En Tomas Training en Mallorca, podemos ayudarte a calcular tu FTP y diseñar un plan de entrenamiento personalizado que te permitirá alcanzar tus metas sobre la bici. ¡Aprovecha esta técnica basada en ciencia para maximizar tu potencial!

Cycling

Lesiones más comunes en ciclistas y cómo prevenirlas con ejercicios específicos | Tomas Training Mallorca

El ciclismo es un deporte increíble que muchos disfrutan en Mallorca, pero también puede ser exigente para el cuerpo. Si eres ciclista, seguramente has escuchado o incluso experimentado algunas de las lesiones más comunes que afectan a los amantes de la bicicleta. Hoy en Tomas Training queremos hablar sobre estas lesiones y cómo puedes prevenirlas con ejercicios específicos.

Lesiones más comunes en ciclistas:

  1. Dolor de rodilla (Síndrome de la rodilla del ciclista):
    Esta es una de las lesiones más frecuentes. Suele ocurrir por una mala posición del sillín o pedaleo prolongado en terreno exigente. Un estudio de 2017 en The Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy recomienda fortalecer el cuádriceps y los isquiotibiales para reducir la tensión en las rodillas.
  2. Dolor en la zona lumbar:
    Las largas horas en la bici pueden provocar dolor en la parte baja de la espalda. Esto se debe a la falta de movilidad en la zona pélvica y el core débil. Ejercicios como el puente de glúteos o planchas ayudan a fortalecer esta área, según un estudio publicado en Journal of Strength and Conditioning Research.
  3. Dolor de cuello y hombros:
    Una mala postura en la bicicleta puede llevar a tensión en el cuello y los hombros. Aquí, los ejercicios de movilidad para el cuello y fortalecimiento de los trapecios pueden hacer una gran diferencia. El uso de técnicas de liberación miofascial también ha demostrado ser eficaz.
  4. Síndrome del túnel carpiano:
    Esto se da por una presión prolongada en las manos y muñecas. Para prevenirlo, es esencial realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del antebrazo y cambiar periódicamente la posición de las manos en el manillar.

Ejercicios específicos para prevenir lesiones en ciclistas

En Tomas Training, nos centramos en ejercicios diseñados específicamente para mejorar tu rendimiento en la bici y prevenir estas lesiones. Algunos de los más efectivos incluyen:

  • Movilidad: Importantes para reducir la tensión en la rodilla, hombros y cuello. Así como la espalda.
  • Ejercicios de core y Fuerza específica: Fortalecen la espalda baja y mejoran tu estabilidad al pedalear.
  • Fortalecimiento de muñecas y antebrazos: Previene problemas en manos y muñecas, como el síndrome del túnel carpiano.

Conclusión

No dejes que las lesiones arruinen tu pasión por el ciclismo. En Tomas Training en Campos, Mallorca, trabajamos para que disfrutes de cada kilómetro sin dolor. Con nuestros entrenamientos específicos, podrás pedalear más fuerte, más rápido y por más tiempo.


¡Únete a nosotros para entrenar de manera inteligente y segura!

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Cómo Usar el Test de la Milla para Determinar tus Ritmos de Entrenamiento

El Test de la Milla es una herramienta valiosa para ajustar tus ritmos de entrenamiento y mejorar tu rendimiento. Puedes usar el tiempo obtenido en esta prueba para calcular ritmos en kilómetros por minuto. Aquí te explicamos cómo hacerlo de manera sencilla y efectiva.

¿Qué es el Test de la Milla? El Test de la Milla es correr una milla (1,609 metros) a la mayor velocidad posible. El tiempo que tardas en completar esta distancia te ayuda a establecer ritmos de entrenamiento precisos.

Paso 1: Realiza el Test de la Milla

  1. Calienta adecuadamente antes de empezar.
  2. Corre una milla lo más rápido posible.
  3. Registra tu tiempo en minutos.

Paso 2: Calcula tu Ritmo de Entrenamiento en KM/Minuto Convierte el tiempo obtenido en el Test de la Milla a minutos por kilómetro y ajusta tus ritmos. Aquí te mostramos cómo:

  1. Ritmo Aeróbico (Zona de Resistencia)
    • Método: Convierte tu tiempo en minutos por milla a minutos por kilómetro. Luego, suma un 60-70% a ese tiempo.
    • Ejemplo: Si tu tiempo es 8 minutos por milla (aproximadamente 4:58 por kilómetro), tu ritmo aeróbico sería entre 5:30 y 5:55 por kilómetro.
  2. Ritmo de Umbral (Zona Tempo)
    • Método: Convierte tu tiempo en minutos por milla a minutos por kilómetro. Luego, suma un 10-15% a ese tiempo.
    • Ejemplo: Con un tiempo de 8 minutos por milla (aproximadamente 4:58 por kilómetro), tu ritmo de umbral sería entre 5:10 y 5:25 por kilómetro.
  3. Ritmo de Intervalos (Zona VO2 Máximo)
    • Método: Usa tu tiempo de Test de la Milla como referencia para intervalos rápidos. Corre a un ritmo de 90-95% de tu tiempo de Test.
    • Ejemplo: Si tu tiempo es 8 minutos por milla (aproximadamente 4:58 por kilómetro), realiza intervalos a un ritmo de aproximadamente 4:45 a 4:50 por kilómetro.

Paso 3: Ajusta tus Entrenamientos

  • Entrenamientos Aeróbicos: Usa el ritmo aeróbico para sesiones largas a un ritmo cómodo.
  • Entrenamientos de Umbral: Usa el ritmo de umbral para sesiones que mejoren tu resistencia y velocidad.
  • Entrenamientos de Intervalos: Usa el ritmo de intervalos para sesiones intensas que aumenten tu capacidad máxima.

Paso 4: Monitorea tu Progreso Repite el Test de la Milla cada cierto tiempo para ajustar tus ritmos de entrenamiento. A medida que mejoras, actualiza tus ritmos para seguir progresando.

Conclusión El Test de la Milla te ayuda a calcular y ajustar tus ritmos de entrenamiento en kilómetros por minuto. Con esta guía, puedes diseñar entrenamientos efectivos y alcanzar tus metas. En TomasTraining, te ayudamos a usar el Test de la Milla para crear un plan de entrenamiento personalizado en Campos, Mallorca. ¡Contáctanos para empezar a mejorar tu rendimiento!